Naffarin (Basado en el español)
He incluido esta lengua, ya que
aunque no se sabe mucho de ella, una de las cosas que si sabemos es que Tolkien
se basó en el español para crearla. Parece ser que su Tutor Francis
Xavier Morgan, tenía sangre española, y probablemente le enseñó
esta lengua y le facilitó libros en español.
Siempre se habla del gusto de Tolkien por el finés y el sajón,
pero una de las primeras lenguas que aprendió Tolkien fue la nuestra.
O Naffarínos cutá vu navru cangor luttos ca vúna tiéranar, dana maga tíer ce vru encá vún' farta once ya merúta vúna maxt' amámen.
El significado de esta extraña oración probablemente se perdió para siempre, excepto la palabra vru, o vrú que significa "siempre". Este es el único ejemplo que Tolkien nos dio del naffarin (MC:209), el más sofisticado idioma privado que empezó a desarrollar cuando el nevbosh murió. De hecho, el naffarin en parte se superpuso en las últimas etapas del nevbosh. A diferencia del nevbosh, el naffarin nunca fue compartido con otros; parece que el joven Tolkien no intentó enseñarlo a sus amigos. Él anotó que pudo haber querido que circulase, pero nunca lo hizo - probablemente pensando que nadie estaría interesado. Parece que el naffarin fue sólo un idioma y le faltaba una mitología que lo acompañase. Sin embargo, representó un gran salto hacia adelante:En el caso del naffarin, el Tolkien adolescente hizo por primera vez un idioma completo uniendo sonido y significado de acuerdo con sus predilecciones en vez de distorsionar palabras de lenguas existentes. En el nevbosh, sólo unas pocas palabras fueron de este estilo, como lint "rápido" (que pudo haber sido perfectamente una de las palabras que fueron adoptadas al naffarin del nevbosh; ¡incluso sobrevivió en quenya!) Tolkien menciona vrú, "siempre" como "una curiosa asociación predominante en mis idiomas, que está siempre influuyendo (un caso de pronta obsesión de asociación individual, supongo, que no puede deshacerse ahora)" MC:209). En quenya aparece como voro, "siempre, continuamente" (LR:353).
La fonética general del naffarin
estaba inspirada en el latín y el español. Tolkien evitó
deliberadamente ciertos sonidos ingleses, como w, th, sh. Pero nunca
supimos nada más sobre el naffarin que esto, Tolkien nos informa que
"pasó mucho tiempo desde que fue tontamente destrozado" - y esto fue
escrito en 1931. También vemos un acercamiento a las formas élficas;
el gusto lingüístico de Tolkien estaba madurando. Muchas de las
palabras, quizás no todas, pudieron haber sido quenya tanto como nos
permite el estilo y la estructura: La forma temprana "Qenya" era de sólo
hace unos años - y uno difícilmente no puede notar que la palabra
"naffarin" tiene el final -rin también visto en los nombres
de muchas lenguas más tardías: sindarin, vanyarin,
valarin, telerin etc.