Entrevista a Luis González

autor del libro La lengua de los Elfos. Una gramática para el quenya

 

28/ 9/ 1999

El físico de Valladolid que vive en Sabadell y trabaja de informático en Sant Cugat, Luis González Baixauli, 25, ha dedicado los últimos diez años de su vida a la lengua de los míticos elfos, el quenya, inventada por J.R.R. Tolkien en El Señor de los Anillos. Mañana miércoles, el presidente de la Sociedad Tolkien Española a la que pertenece, presentará su libro La lengua de los Elfos. Una gramática para el quenya (Ed. Minotauro) en la libreria Gigamesh de Barcelona.

 

-¿Si se encuentra un elfo por la calle podrá charlar con él?

-No porque a mi lo que me gusta es investigar y reconstruir el quenya. Pero he sido incapaz de aprenderlo de memoria.

-¿Nadie en el mundo habla quenya?

-Sí. Hay tolkienianos que han traducido textos de la Biblia al quenya o componen poemas.

-Pero no lo hablan.

-El problema es que sólo hay 1.600 palabras y la mayoría poéticas. Ni siquiera sabemos como se dice "Sí".

-¿Cómo es posible?

-No hay ningún ejemplo. Y sin embargo tenemos cuatro o cinco formas de decir color blanco según sea plateado, brillante, etc. Pero ya estamos trabajando en una guía de conversación.

-¿Es el quenya un idioma inventado de la nada?

-Bueno, su gramática está minimamente emparentada con el finés que a Tolkien le gustaba mucho. Pero es algo muy personal de él. Era filólogo y estuvo toda su vida trabajando en este idioma.

-Haría su propia gramática.

-Seguramente, pero nunca la llegó a escribir. Lo único que hay son textos sueltos en El Señor de los Anillos, poemas en otros libros y palabras o frases sueltas en cartas o documentos privados.

-¿Ése ha sido su material de trabajo?

-Sí, en base a esta documentación he ido viendo cómo se construyen los casos y los tiempos verbales.

-¿Cuántos quenyólogos puede haber en el mundo?

-En España unos diez y en internet hay un par de foros de discusión con gente de todo el mundo.

-¿Entonces por qué ha tenido que ser un español el que publicara la primera gramática quenya del mundo?

-No es la primera, pero si la más completa. Hasta ahora se habían publicado unas pocas páginas. Yo aporto más de cien con casos y declinaciones, además del diccionario.

-La escritura es complicadísima. ¿A qué se parece?

-A nada. Las vocales se sitúan encima el texto con puntos, como en el árabe. Por lo demás es un sistema lógico: la dirección y longitud de la línea recta indica si la tengwa (letra) es fricativa, oclusiva, etc. Y el arco indica si es sorda o sonora. Todo muy lógico.

-¿Y la pronunciación?

-Tolkien dejó escrito cómo debía pronunciarse.

-¿Cómo ha dedicado tanto esfuerzo a una lengua que no sirve para nada?

-Porque me admira la labor de Tolkien. El quenya es sólo uno de los dos idiomas que Tokien desarrolló completamente. Esbozó otros seis o siete y además se inventó todo un mundo imaginario perfectamente coherente. Todo eso me admira.

-¿Le da satisfacción?

-Sí. Coger una cita enrevesada de Tolkien en un libro perdido y analizarla te ayuda a comprender como se utiliza el quenya. Eso es muy gratificante.

-¿Por ejemplo?

-Por ejemplo en Las cartas de Tolkien hay un apéndice perdido donde dice que los elfos tenían dos duales para la primera persona del plural, es decir que distinguían entre tres tipos de nosotros. Eso fue un descubrimiento muy importante.

-¿Es esta la gramática definitiva de quenya?

-No porque continuamente están saliendo nuevos papeles de Tolkien. Sus herederos los publican con cuentagotas. Son gente muy rara que exigen derechos de autor a todo el que publica algo en quenya.

-¿Cómo se dice gracias?

-Gracias no la tenemos.

-Pues sí que eran maleducados los elfos.

-No. Seguro que Tolkien tenía la palabra gracias en quenya, pero hasta que no salga el papel...

-¿Y adios?

-Namárie

-Pues eso.

 

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